LA VIDA TRIVIAL DE UN CHICO APARTADO

Esto es la historia de una familia poco adinerada de vivía en las afueras de la ciudad. Los niños para ir al colegio tenían que andar ocho  kilómetros y para no llegar tarde se levantaban una hora antes. Les gustaba mucho estudiar, y por eso siempre llevaban muchos libros encima. Por desgracia los demás niños se reían de ellos porque les gustaba estudiar y porque vivían apartados.

Un día, mientras iban a clase, se encontraron con una banda de pijos que les esperaban para burlarse de ellos. La burla fue a más y empezaron a tirarles piedras. No se dieron cuenta que detrás de todo el barullo se encontraba el padre de los niños que al saber que sus hijos eran victimas de ese abuso, fue a por la escopeta de caza. Cuando los pijos vieron la escopeta intentaron huir pero antes de que se fueran, el padre disparó uno a uno a todos los presentes. Se quedó un poco impactado de los que había hecho  pero rápidamente se acercó a sus hijos para ver cómo se encontraban. Cuando comprobó que estaban bien cogió los cadáveres y los llevó a la parte trasera de su casa donde los descuartizó y los guardo en un gran congelador.

Al día siguiente, los niños fueron al colegio como un día normal pero más débiles por lo ocurrido. A la profesora le extrañó que la mayoría de niños faltasen a clase pero no quiso decir nada pensando que llegarían más tarde. Cuando se fijó en los hermanos les preguntó que si les sucedía algo, por la mala cara que tenían, pero ellos respondieron que solo habían tenido fiebre. Fue avanzando el día y como los niños no iban a clase la profesora decidió llamar a las casas. Todos los padres contestaron lo mismo, que no les habían visto desde el día anterior. Como todo era tan raro decidieron denunciar las desapariciones a la policía que abrió una investigación. Fueron revisando casa por casa toda la ciudad sin resultado así que decidieron abrir el perímetro. Cuando fueron a revisar la casa de los hermanos pillaron al padre intentando eliminar los cuerpos con ácido,  se comprobó que los cadáveres concordaban con los desaparecidos y al dar que eran la mismas personas el padre fue condenado a una cadena perpetua.